miércoles, 8 de diciembre de 2010

Masacres “invisibles”

Poco plasmo mi pensamiento de forma exclusiva, pero esta vez siento la necesidad de hacerlo…

A propósito de la exposición temporal en la biblioteca Luis Ángel Arango (Bogotá-Colombia) sobre las masacres en los montes de María, bahía Portete y otras, realizadas por los paramilitares…


Masacres “invisibles”

Por: Andrea Tíjaro.

Atrevimiento es poco para referirse al incursionamiento de grupos armados en los campos, trazando rutas de terror, devastando a su paso con poblaciones enteras, matando, torturando, dejando las viviendas en ruinas y violando a las mujeres delante de los ojos sollozantes de niños y jóvenes. Esta situación fomenta el desplazamiento forzoso, el cual a su vez incrementa los índices de pobreza, miseria y deterioro social.

Son sus actos su propia condena, las maldades realizadas maldicen por sí solas cada uno de sus días que se vuelven más deplorables con las horas, ¿Con qué autoridad le quitan la vida otro ser humano? ¿Con la autoridad de sus armas? Dejan su suerte a merced de un artefacto de guerra producto de las mentes más simples incapaces de ganar por su capacidad de raciocinio e ingenio neto, respeto, reconocimiento y poder.

Un arma es producto de la degradación del hombre que se olvida de los dones divinos de su humanidad para convertirse en verdugo vergonzoso ante la creación.

No maldigo a estos hombres porque ya lo están, la sangre que hicieron derramar con nada se la pueden limpiar de las manos, esa sangre se metió en sus poros y ha vuelto su alma negra, manchada por la condena eterna de pagar un karma sin final.

Los colombianos no hablamos del tema por temor, el cual tiene su expresión más generalizada en la enfermedad paralizante de la indiferencia. Sin embargo, cada uno de nosotros guardamos secretamente la esperanza del castigo terrenal y/o divino de estos…. ¿Cómo llamarlos?... Asesinos, que han perpetuado la devastación de encuentros y legados culturales que se concretizan en nuestro patrimonio invaluable.

“Nunca tendrán los criminales el honor que corresponde a los ciudadanos justos”

Anónimo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario